Por qué atender nuestras heridas emocionales
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septiembre 9, 2024El amor propio es mucho más que una simple frase motivacional; es la piedra angular de nuestra autoestima, nuestras relaciones y, en última instancia, nuestra vida.
Este concepto abarca la capacidad de aceptarnos en nuestra totalidad, con nuestra luz y nuestras sombras, sin caer en juicios ni comparaciones. Es un proceso continuo de autoconocimiento y autoaceptación que nos permite vivir de manera auténtica y plena.
El amor propio actúa como la base de nuestra estabilidad emocional y salud mental. Este amor se manifiesta en varias dimensiones fundamentales de nuestra vida.
Primero, una sólida autoestima nos dota de confianza en nuestras habilidades y nos ayuda a enfrentar los desafíos con resiliencia.
En segundo lugar, cuando nos amamos, somos capaces de establecer relaciones más auténticas y satisfactorias, fundamentadas en el respeto mutuo y la comunicación abierta.
Además, el amor propio impulsa nuestro desarrollo personal, motivándonos a cuidar de nosotros mismos y a perseguir nuestros sueños.
Finalmente, nos proporciona la confianza necesaria para enfrentar la incertidumbre, reconociendo que el fracaso y el error son parte del proceso de aprendizaje.
Desarrollar el amor propio no es simplemente un acto de construcción; es un proceso de creación constante. A menudo, enfrentamos frustraciones al intentar desarrollar un amor propio que sentimos que no poseemos, lo que puede ser desalentador y termina pareciéndonos más fácil aferrarnos a la idea de amar a otros desde nuestras carencias, lo cual puede llevar a conflictos y relaciones tóxicas.
Por eso es importante entender que el amor propio se construye y no necesariamente se hereda; lo que nos enseñaron como amor puede no ser el amor que realmente necesitamos.
¿Por dónde comenzar a construir el amor propio?
- Reconocer y conectar con nuestro cuerpo
Apreciar el cuerpo que tenemos, celebrar su funcionalidad y disfrutar de actividades que nos hagan sentir vivos son maneras efectivas de cultivar el amor propio. Desde bailar mientras cocinamos hasta disfrutar del atardecer, estas experiencias nos ayudan a reconectar con nosotros mismos y a mantener un equilibrio saludable entre lo que consumimos y cómo nos cuidamos, el disfrute responsable.
- Contacto con las emociones
En lugar de reprimir lo que sentimos, es esencial aprender a aceptar y expresar nuestras emociones, incluso si estas parecen negativas. Reconocer que nuestras emociones son parte de nuestra experiencia personal, sin necesidad de justificar su expresión, nos permite tener una relación más auténtica con nosotros mismos.
- Responsabilidad personal
Esto implica reconocer nuestras decisiones y sus consecuencias, un proceso que la terapia puede facilitar al ayudarnos a entender nuestros patrones de comportamiento y a hacer elecciones más conscientes. Además, aceptar nuestras imperfecciones nos libera de la presión de alcanzar la perfección y nos permite disfrutar del presente tal como es.
- Aceptación de la imperfección
Todos somos seres humanos imperfectos y cometer errores es parte de la vida. Aceptar nuestras limitaciones nos libera de la presión de ser perfectos y nos permite disfrutar del presente.
Luego de toda esta construcción de nuestro amor propio vendría la parte más complicada del proceso: aprender que muchas veces tener amor propio implicará ser el malo de la película de otro.
Y ser “el malo” de la película nos llena de miedo, porque nadie quiere ser el villano. Pero cuando ser “el bueno” para otro pone en peligro nuestro bienestar, nuestros límites o nuestra estabilidad emocional, pues por amor propio nos conviene ser “los malos”.
Así que será momento de enfrentar al miedo, ya que en sus múltiples formas —ya sea al fracaso, al rechazo, a la soledad o a la incertidumbre— puede socavar nuestra autoestima y complicar el desarrollo de un amor propio saludable.
Superar estos miedos requiere coraje y perseverancia. Reconocer y aceptar el miedo como parte de la experiencia humana, enfrentarlo gradualmente, cuestionar los pensamientos negativos, celebrar nuestros logros y buscar apoyo son estrategias clave para avanzar en este proceso.
El amor propio es un viaje continuo que requiere dedicación y valentía. Al comprender el papel del miedo en nuestro desarrollo personal y aplicar las herramientas necesarias para enfrentarlo, podemos superar obstáculos y construir una relación más sana y compasiva con nosotros mismos.
Construir nuestro amor propio no es un viaje sencillo. Los desafíos estarán presentes en cada etapa, pero te aseguro que la recompensa vale la pena. Es tu oportunidad de vivir de manera plena y construir tu camino a la felicidad, empezando por ti mismo.
Y recuerda: para desarrollar el amor propio, tenemos que perder el miedo a ser los malos de la película.
Con amor,
Maddalena Armenise
+39 350 035 1163