
Aprende a vivir realmente el presente
febrero 3, 2025
La difícil pero amorosa decisión de soltar
febrero 17, 2025Pasamos gran parte de nuestras vidas intentando cambiar aquello que creemos que nos falta, convencidos de que, si hacemos lo que otros nos sugieren —ser más directos, poner límites, cambiar de apariencia o adoptar nuevos hábitos—, nuestros problemas se solucionarán.
Nos aferramos a la idea de que basta con ajustar unos detalles para que todo encaje a la perfección, esperando que las opiniones de terceros y las sugerencias se conviertan en la solución mágica para llenar ese vacío que sentimos.
Pero esta búsqueda incesante de un cambio superficial oculta una verdad más profunda: cada conflicto, cada discrepancia interna, trae consigo un mensaje encriptado que nos invita a transformarnos. Y ese cambio, inevitablemente, lleva aparejado un duelo.
«El duelo del cambio no es el dolor de una pérdida abrupta, sino el proceso de soltar lo que ya no nos sirve para poder renacer».
Cuando nos proponemos cambiar para satisfacer expectativas ajenas o para huir de nuestro dolor, lo que realmente estamos haciendo es tratar de evitar enfrentar lo que yace en nuestro interior.
En lugar de permitir que esa información se revele y nos guíe hacia un crecimiento genuino, preferimos retroceder, revisar y acomodar, creyendo que así podremos ser «mejores». Pero esa estrategia nos encierra en la misma prisión de la inercia, evitando que se produzca la transformación necesaria.
El secreto está en entender que el conflicto, con todas sus tensiones y desafíos, es un catalizador.
Es una oportunidad para ver la vida desde otra perspectiva, para elegir conscientemente cómo interpretar lo que ocurre. Cuando nos enfrentamos a un problema, si lo vemos siempre desde la misma óptica —desde la herida, desde ese dolor primario—, es muy probable que repitamos los mismos patrones sin encontrar una salida.
Pero si nos atrevemos a cambiar nuestro punto de vista, a analizar la situación desde un ángulo distinto, abrimos la puerta a la libertad. Esa libertad reside en la capacidad de elegir, de decidir cómo queremos responder ante la adversidad.
Ese cambio de perspectiva, sin embargo, no es algo que ocurra sin una pérdida. Cada vez que elegimos dejar atrás viejas creencias, modos de pensar o actitudes que ya no nos sirven, nos enfrentamos a un duelo: el duelo de quien fuimos, el duelo de las creencias limitantes que alguna vez nos definieron, el duelo de la lealtad hacia un pasado que, aunque doloroso, ya no representa nuestro futuro.
«Es un proceso de transformación en el que aprendemos a soltar lo que nos ata y a dar paso a lo que realmente queremos ser».
La transformación verdadera no consiste en borrar todo lo anterior, sino en integrar lo vivido, aprender de ello y dejarlo ir para poder avanzar con mayor autenticidad. No se trata de evitar el dolor, sino de aceptar que cada error, cada conflicto, es una oportunidad para redescubrirnos y para crecer.
En vez de temer equivocarnos o sufrir, deberíamos ver esos momentos como parte del proceso de liberación, donde cada experiencia nos acerca un poco más a la persona que estamos destinados a ser.
Si constantemente nos quedamos en lo familiar por miedo a lo desconocido, si nos aferramos a lo que nos ha hecho daño en el pasado, nos negamos la posibilidad de vivir plenamente.
Es en la valentía de cambiar la perspectiva y en el coraje de enfrentar ese duelo interno donde reside la clave para una vida más libre y auténtica.
Cada conflicto, cada cambio, cada pequeño paso hacia adelante es una invitación a reinventarnos, a tomar decisiones que reflejen nuestra verdadera esencia en lugar de lo que otros esperan de nosotros.
No hay decisiones correctas o incorrectas en términos absolutos; solo hay un camino hacia el crecimiento que implica aceptar que, al enfrentar el conflicto, también enfrentamos un duelo. Un duelo que, si se procesa con amor propio, se transforma en la fuerza que nos impulsa a vivir sin miedo y con la libertad de ser quienes realmente somos.
Cada experiencia, por muy dolorosa que parezca, es un peldaño hacia una mayor comprensión de nuestro ser y una vida plena.
No te pierdas la oportunidad de vivir plenamente por caer presa del miedo.
Permíteme acompañarte a descubrir la autenticidad con la que puedes vivir cada día de tu vida.
Con amor,
Maddalena Armenise
@soylenapsico
+39 350 035 1163