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El precio de la verdadera libertad
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Henry Wheeler Shaw
Estas palabras del humorista y conferencista estadounidense del siglo XIX, Henry Wheeler Shaw, más conocido por su seudónimo “Josh Billings”, resumen una verdad fundamental sobre el camino hacia el autoconocimiento: no hay atajos ni fórmulas mágicas.
«El proceso de mirarnos de frente, con honestidad brutal, no siempre es agradable, pero es indispensable para la libertad emocional y el crecimiento personal».
En nuestra cultura, solemos idealizar el proceso de sanación y cambio como si fuera una línea recta y fluida. Se espera que la psicoterapia sea un camino claro, casi como una receta que seguimos al pie de la letra para obtener resultados predecibles. Sin embargo, este enfoque simplista es parte de la trampa que nuestras propias resistencias nos tienden.
La psicoterapia, al igual que el autoconocimiento, no es un sendero iluminado. Es un proceso lleno de giros, caídas y momentos de incomodidad. Es como entrar en una habitación oscura y tratar de encontrar las llaves de nuestra propia mente, tropezando con viejas heridas, creencias limitantes y patrones que creíamos superados.
Es inevitable que nos sintamos tentados a detenernos, a no querer seguir escarbando. Porque, aunque todos decimos que queremos cambiar, no siempre estamos dispuestos a pagar el precio emocional que eso conlleva.
La prisión de nuestras resistencias
Cuando nos enfrentamos a nuestras sombras, muchas veces nos encontramos con una fuerza que nos detiene: la resistencia. Esa parte de nosotros que prefiere la comodidad de lo conocido, aunque sea doloroso, antes que la incertidumbre del cambio.
La resistencia puede manifestarse como autojustificaciones, evasiones o incluso como una sensación de estancamiento en la terapia. Creer que este proceso debería ser sencillo, que basta con hablar y que las respuestas surgirán solas, no es más que otra forma de resistencia.
Esta creencia nos mantiene prisioneros de un ciclo de insatisfacción, impidiendo que avancemos hacia una verdadera libertad emocional. Porque conocerse a uno mismo no solo requiere coraje, sino también la disposición a sentir y transitar emociones que hemos evitado durante mucho tiempo.
Ahora bien, aunque el autoconocimiento pueda resultar incómodo, también es profundamente liberador. Cada vez que nos enfrentamos a una resistencia y decidimos atravesarla, nos acercamos un paso más a nuestra verdad.
Ese acto de valentía nos permite vernos tal como somos, sin los filtros que hemos construido para protegernos del dolor.
«La psicoterapia es, entonces, un espacio para abrazar la incomodidad y descubrir que, detrás de ella, se encuentran respuestas que nunca habríamos imaginado. Es en esos momentos incómodos donde ocurre la magia: donde aprendemos a soltar lo que nos pesa, a tomar decisiones alineadas con quienes somos y a liberar las cadenas que nos mantenían atrapados en patrones repetitivos».
Ten siempre presente que la libertad emocional no significa vivir sin dolor, sino aprender a convivir con nuestras emociones sin que nos definan. Es encontrar un equilibrio entre nuestras luces y sombras, y permitirnos ser vulnerables sin miedo al juicio, comenzando por el propio.
Conocerte a ti mismo puede resultar difícil e incómodo, pero también es el mayor acto de amor propio que puedes realizar.
La recompensa no es una vida perfecta, sino una vida auténtica, en la que tus decisiones, relaciones y acciones estén alineadas con tu esencia.
Así que, si te encuentras resistiendo, recuerda: esa incomodidad que sientes es el preludio del cambio. Atravesarla no será fácil, pero al otro lado está la verdadera libertad.
¿Estás listo para caminar hacia ti mismo?
Estoy lista para acompañarte.
Maddalena Armenise
@soylenapsico
+39 350 035 1163