No te dejes consumir por tu zona de confort: una guía práctica
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octubre 14, 2024Si queremos vivir una vida plena y auténtica, tenemos, sí o sí, que dar prioridad a nuestra salud mental.
Priorizar nuestro bienestar nos permite alinearnos con nuestros deseos más profundos y nuestras verdaderas necesidades, en lugar de actuar según las expectativas de los demás o los mandatos sociales. Cuando nuestra mente está en equilibrio, tenemos la claridad y la fortaleza emocional para hacer elecciones conscientes que reflejan quiénes somos realmente y lo que deseamos para nuestra vida, en lugar de tomar decisiones basadas en el miedo, la presión externa o la autocomplacencia.
Vivir de manera auténtica implica un profundo conocimiento de uno mismo. Este autoconocimiento no surge de la noche a la mañana, sino que es el resultado de un trabajo constante y cuidadoso en nuestra salud mental. Es necesario tomarse el tiempo para entender nuestras emociones, reconocer nuestras fortalezas y vulnerabilidades, y explorar qué es lo que realmente queremos, más allá de lo que otros esperan de nosotros.
A menudo, la confusión y el malestar emocional surgen cuando tratamos de cumplir con roles que no nos corresponden, o cuando ignoramos nuestras propias necesidades para encajar en las expectativas de la sociedad o de quienes nos rodean.
Uno de los mayores obstáculos para vivir de manera auténtica es el miedo al rechazo o al fracaso. Nos asusta la posibilidad de ser juzgados por ser diferentes o por tomar decisiones que no están en sintonía con lo que los demás consideran «correcto».
Sin embargo, es precisamente en estos momentos de duda cuando nuestra salud mental juega un papel crucial. Cuando estamos emocionalmente equilibrados, somos capaces de enfrentar ese miedo y tomar decisiones que reflejen lo que realmente deseamos, incluso si eso significa ir en contra de las normas establecidas. La autenticidad requiere coraje, y ese coraje proviene de una mente sana, capaz de sostenernos en los momentos de incertidumbre y adversidad.
Además, una buena salud mental nos permite establecer límites claros y respetar nuestras propias necesidades. Muchas veces, nos encontramos en situaciones o relaciones que no nos satisfacen, pero permanecemos en ellas por miedo a las repercusiones de decir que no. Este tipo de conformismo puede ser agotador y alienante. Sin embargo, cuando tenemos una buena salud mental, podemos tomar decisiones difíciles con la confianza de que estamos actuando en nuestro mejor interés. Podemos decir «no» sin sentir culpa o miedo, y podemos alejarnos de situaciones que no se alinean con quienes realmente somos.
La autenticidad también está profundamente relacionada con la capacidad de ser vulnerables. A menudo, la vida que queremos construir requiere que seamos abiertos y honestos acerca de nuestras emociones, deseos y temores. Sin embargo, la sociedad tiende a valorar la fortaleza exterior y la perfección, lo que nos lleva a ocultar nuestra vulnerabilidad por temor a ser percibidos como débiles.
Trabajar en nuestra salud mental nos permite aceptar nuestra vulnerabilidad como una parte natural y valiosa de la experiencia humana. Ser vulnerables no nos hace menos fuertes; al contrario, nos permite conectar de manera más profunda y auténtica con los demás y con nosotros mismos.
Vivir una vida auténtica también significa aceptar que el cambio es inevitable. Lo que queremos hoy puede no ser lo mismo que queramos mañana, y esto está bien. Una mente saludable nos permite adaptarnos a estos cambios sin perder nuestro sentido de identidad. En lugar de ver el cambio como una amenaza, lo vemos como una oportunidad para seguir evolucionando y acercándonos a la vida que realmente deseamos. La flexibilidad emocional, la capacidad de dejar ir lo que ya no nos sirve y la disposición a abrazar nuevas oportunidades son todas señales de una salud mental sólida y equilibrada.
La construcción de una vida auténtica es un proceso continuo. Requiere que constantemente nos preguntemos quiénes somos y qué queremos, y que tengamos el valor de actuar en consecuencia. No siempre será fácil; habrá momentos de duda, de miedo, y de frustración. Pero cuando nuestra salud mental está bien cuidada, podemos enfrentar esos desafíos con resiliencia, sabiendo que estamos caminando en dirección a una vida que refleja nuestra verdadera esencia, y no una vida dictada por las expectativas de otros.
La necesidad de priorizar y dar a nuestra salud mental la importancia que merece reside en construir sólidas bases para una vida auténtica. No hay otra manera de conocernos a nosotros mismos en profundidad.
Y es este autoconocimiento el que nos permitirá tomar decisiones alineadas con nuestros valores y deseos, y enfrentar el miedo al juicio o al fracaso con fortaleza. Cuando trabajamos en nuestro bienestar emocional, nos damos permiso para ser quienes realmente somos y construir una vida que refleje nuestras aspiraciones más sinceras.
Es en este espacio de equilibrio y plenitud donde encontramos la verdadera satisfacción y la capacidad de vivir de acuerdo con lo que realmente queremos ser.
Priorizar tu salud mental es la mejor manera de priorizarte.
Estoy para ti.
Con mucho cariño,
Maddalena Armenise
+39 350 035 1163