Por qué las heridas son necesarias
julio 22, 2024Como psicóloga y psicodramatista, he tenido el privilegio de acompañar a muchas personas en su viaje de sanación.
Y después de muchos de esos viajes, uno de los conceptos que encuentro más reveladores y útiles en este proceso es el de las «cinco heridas del alma» y las máscaras que desarrollamos para protegernos de ellas.
Estas heridas, identificadas por la terapeuta Lise Bourbeau, nos afectan profundamente y moldean nuestras vidas de maneras significativas.
Comprender estas heridas y sus máscaras es esencial para iniciar un proceso de sanación auténtico. Así que descubramos juntos cuáles son.
1. Herida de rechazo y su máscara de huidizo
La herida de rechazo surge en los primeros años de vida, a menudo en la relación con uno de los padres. Esta herida nos hace sentir que no somos deseados ni importantes. Para protegernos de este dolor, desarrollamos la máscara del huidizo.
Las personas con esta herida tienden a evitar situaciones sociales y a buscar refugio en la soledad. Pueden sentirse incómodas en grupos grandes y prefieren pasar desapercibidas. Sanar esta herida implica aprender a aceptar y amar nuestra individualidad, reconociendo que merecemos ser valorados y aceptados tal como somos.
2. Herida de abandono y su máscara de dependiente
La herida de abandono también se forma en la infancia, generalmente por la ausencia emocional o física de uno de los padres. Esta herida genera un profundo temor a ser abandonados y dejados a nuestra suerte. La máscara del dependiente emerge como una manera de aferrarnos a otros para evitar la soledad.
Las personas con esta herida suelen buscar constantemente la aprobación y el apoyo de los demás, temiendo ser dejadas atrás. La sanación requiere desarrollar la autonomía y la capacidad de estar solos sin sentirnos abandonados, cultivando una relación amorosa con nosotros mismos.
3. Herida de humillación y su máscara de masoquista
La herida de humillación se manifiesta cuando hemos sido avergonzados o ridiculizados, generalmente por aquellos en quienes confiábamos. Esta herida nos lleva a sentirnos indignos y avergonzados de nosotros mismos. Para protegernos, adoptamos la máscara del masoquista.
Las personas con esta herida pueden tender a ponerse en situaciones de sacrificio y sufrimiento, creyendo que no merecen algo mejor. Para sanar, es crucial reconocer nuestra dignidad y valor intrínseco, aprendiendo a establecer límites y a tratar con respeto nuestras necesidades y deseos.
4. Herida de traición y su máscara de controlador
La herida de traición surge cuando sentimos que alguien en quien confiábamos nos ha fallado o engañado. Esto puede generar una profunda desconfianza y la necesidad de controlar todo para evitar ser heridos de nuevo. La máscara del controlador se manifiesta en comportamientos de dominación y manipulación, buscando asegurarnos de que nada se salga de nuestro control.
La sanación de esta herida implica aprender a confiar nuevamente, a soltar el control excesivo y a aceptar la incertidumbre como parte natural de la vida.
5. Herida de injusticia y su máscara de rígido
La herida de injusticia se desarrolla cuando sentimos que hemos sido tratados de manera injusta o desigual. Esto puede llevarnos a desarrollar la máscara del rígido, caracterizada por una búsqueda obsesiva de la perfección y la justicia.
Las personas con esta herida suelen ser muy críticas consigo mismas y con los demás, tratando de mantener un alto estándar para evitar ser juzgadas. Para sanar, es importante cultivar la compasión y la flexibilidad, aceptando que la imperfección es parte de la experiencia humana y que todos merecemos ser tratados con equidad y amabilidad.
Reconocer y entender estas heridas y sus máscaras es un primer paso crucial hacia la sanación.
En el proceso de psicodrama, exploramos estas heridas a través de la dramatización y la expresión emocional, permitiéndonos confrontar y liberar el dolor acumulado.
Sanar no significa borrar estas heridas, sino aprender a vivir con ellas de manera más saludable y compasiva. Al hacerlo, podemos transformarnos y vivir una vida más plena y auténtica.
Te invito a reflexionar sobre tus propias heridas y máscaras. La sanación es un viaje continuo, pero con conciencia y amor propio, es un camino que todos podemos recorrer.
Si te sientes en buen momento para recibir herramientas en tu camino de reflexión y sanación, no dudes en contactarme.
Lena Amenise
@Soylenapsico@gmail.com
@soylenapsico