
¿Te estás aferrando a algo por nostalgia?
diciembre 2, 2024
Despojar la casa de lo que no necesitamos
diciembre 16, 2024La “casa” no es de donde sales ni un lugar al que llegas. No es un punto fijo en el tiempo ni una estructura inamovible. La casa no es un espacio físico, aunque durante años creímos que lo era.
Nos enseñaron que la vida se construye mirando hacia adelante, pero el peso del pasado siempre tira, como un ancla que nos impide avanzar. Por eso muchas veces, al caminar, volteamos para mirar lo que dejamos: las palabras no dichas, las oportunidades perdidas, las versiones de nosotros mismos que se quedaron a medio camino. Es tan fácil mirar hacia atrás y juzgarnos desde la distancia…
Nos acostumbramos a hablar más con quienes fuimos que con quienes queremos ser. Le damos espacio a las voces del pasado, esas que nos dicen que no somos lo suficientemente valientes, lo suficientemente capaces o lo suficientemente buenos para cambiar.
«Nos quedamos atrapados en los errores, en los arrepentimientos, en el eco de lo que no hicimos. Y entonces nos convencemos de que no hay opciones. Que lo que fuimos es todo lo que podemos ser. Que nuestras cicatrices son finales y no comienzos».
¿Y si nos diéramos cuenta de que la vida nos ofrece cada día un nuevo punto de partida?
Porque la casa no es el lugar al que llegamos exhaustos después de tanto esfuerzo, como si la felicidad estuviera esperando al final de una carrera interminable. Tampoco es el lugar del que partimos cargados de dudas y nostalgia.
La casa verdadera está en lo que construimos hoy, aquí y ahora. Es nuestra decisión de empezar otra vez, de plantar raíces en el presente y dejar de mirar con miedo hacia atrás.
No eres tu versión del pasado. No eres las oportunidades que dejaste pasar ni los caminos que no tomaste. No estás condenado a ser siempre la misma persona porque un día fuiste de una manera distinta. La vida no es una línea recta, ni el pasado tiene que dictar el futuro. Cada día es un espacio en blanco. Cada amanecer es una invitación a construir la casa que quieres habitar, a crear la vida que realmente deseas, sin las ataduras de lo que fuiste ni de lo que crees que no puedes ser. |
La verdadera «casa» está en tu interior. Es la forma en la que decides tratarte, la voz con la que te hablas, las elecciones que tomas para crecer y ser distinto. No importa de dónde vengas ni lo que hayas vivido; importa cómo eliges moverte hacia adelante. Porque la casa no es un destino perfecto donde todo encaja. Es lo que vas construyendo con tus manos, con tus días, con tus decisiones.
Deja de aferrarte a las versiones viejas de ti mismo. Agradece lo que fuiste, pero no te quedes atrapado ahí. No le debes nada a tu pasado más que el aprendizaje que te ha dejado.
Sí, probablemente hayas cometido errores, quizás no siempre fuiste la mejor versión de ti. Pero eso no significa que hoy no puedas ser alguien distinto. La casa no es un recuerdo al que debes volver. La casa es un nuevo comienzo, el punto de partida donde decides que sí puedes. Que siempre hay otra oportunidad.
Empieza a verte con ojos nuevos. Construye tu presente con cariño, con paciencia y con verdad. Porque no hay nada más liberador que darte cuenta de que la vida te está esperando. Que puedes soltar el pasado sin olvidarlo, y que puedes avanzar sin miedo a perderte.
La vida no es algo que se deja atrás; es algo que se vive hacia adelante. La casa no está en lo que abandonas, sino en lo que eliges construir.
¿Construimos esa casa que tanto mereces?
Hagamos terapia, por ti, por una vida más plena y por una casa del tamaño de tus sueños.
Con amor,
Maddalena Armenise
+39 350 035 1163